jueves, 6 de diciembre de 2007

AYUDANDO A LOS DISCÍPULOS A ALCANZAR EL EXITO

Por el Pastor César Castellanos
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2).

Todos anhelamos alcanzar el éxito, Josué es un ejemplo de lo que es un hombre de éxito, él creía a toda palabra que salía de la boca de Dios, el éxito depende de que practiquemos la palabra de Dios, no aplicándola a nuestro acomodo, sino como Dios dice que debemos hacerlo.

El éxito equivale a metas conquistadas, sueños realizados, obstáculos vencidos, y triunfos aclamados. Los expertos coinciden en ocho pautas que constituyen pasos fundamentales para obtener el éxito en todas las esferas de la vida.


Pasos que nos ayudan a conquistar el éxito
1. Un fuerte deseo por alcanzar la felicidad
Debemos entender que la felicidad proviene de adentro hacia afuera y, por lo tanto, tiene que ver con nuestra vida espiritual, reflejándose luego en las demás áreas de la vida: el área física, familiar, ministerial, empresarial, financiera, etcétera. Esta felicidad es el resultado de permitir que el Espíritu Santo sea el que tome control de nuestra vida. El Señor Jesús dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado“(Juan 7:38,39).
Para algunos la felicidad está en las circunstancias, pero la verdadera felicidad no es externa sino interna. Josué vio gigantes pero no se detuvo en las circunstancias, sino que confió en su Dios y cuando uno le cree a Dios, deja de ser un fracasado y visualiza la conquista.

2. Gozar de buena salud
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:19). Por lo general nos esmeramos en cuidar, decorar y hermosear nuestras casas para darle un mejor ambiente al lugar donde vivimos; pero mayor cuidado debe requerir el lugar donde el Espíritu de Dios ha hecho su propia morada. Lamentablemente, algunos han permitido que sus cuerpos sean afectados por diferentes circunstancias. Uno de los grandes enemigos de la salud es el estrés, al cual se le culpa de ser el causante de un gran número de enfermedades, y de muertes prematuras. Los otros enemigos de la salud son los malos hábitos alimenticios, la falta de descanso y cuidado a nuestro cuerpo.

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3. Una genuina paz mental
Mantener alejadas de nuestra mente la culpabilidad, la angustia, las preocupaciones. El apóstol Pablo nos dice ¨… ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” (Romanos 8:1).Todos los días debemos renovar nuestra mente con el estudio de la palabra de Dios, entendiendo las escrituras y creyéndole a Dios. Josué tenía paz mental porque nunca hizo nada que pudiera ofender a Dios. Alguien que tenga paz mental nunca piensa lo negativo, siempre sus pensamientos van de acuerdo a la palabra; es una persona de avanzada, nunca duda, no es indecisa.
4. Tener seguridad
La mayoría de las personas tienen una profunda preocupación por su seguridad, tanto, que en los últimos años las compañías de seguros son las que más han crecido y prosperado. Con ciertos impuestos pagamos para que el ejército o la policía nos brinden seguridad como ciudadanos. Estamos realmente preocupados por nuestra seguridad, pero entre más pasan los años sentimos que la misma está amenazada y decimos ¿Dios, qué es lo que sucede? Pero el salmista dice: “...Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia” (Salmo 127:1b). El se encarga de proteger a cada uno de los miembros de nuestra casa, nuestra ciudad y nuestra nación.

5. Equilibrio en la vida familiar
El matrimonio estable es tan poderoso como una ciudad amurallada, donde todos los que están dentro de ella viven seguros. El líder debe entender que su primera conquista tiene que ser la de su familia ya que, cuando Dios estableció el matrimonio, delegó funciones muy específicas para cada uno de los cónyuges. ¿De qué le vale a un hombre el hecho de que alcance el éxito en la empresa o en su ministerio, si deja que su hogar se desintegre? La bendición del matrimonio se refleja en el ámbito espiritual, físico y material.

La otra parte del equilibrio familiar está definida por la relación que mantenemos con los hijos y el tiempo compartido con ellos. Los hijos son la extensión de nuestro carácter, pero se hace necesario cultivar tiempo con ellos, cada uno debe saber que cuenta con nosotros, para su protección y su cuidado, son personas que el Señor nos ha dado para cuidar y formar. Josué fue determinante cuando dijo ¨Yo y mi casa serviremos al Señor (Josué 24:15).

6. Prosperidad Integral
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2).
La bendición de Dios siempre es integral porque cubre todas las áreas de nuestra vida: financiera, física, espiritual y material. El apóstol Pablo dijo que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). La bendición significa que nos va bien en todo, es completa para cada uno de nosotros.

“ Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que

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en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué. 1:8).
Josué fue un hombre próspero y su secreto fue que nunca se apartó de la Biblia, la leía y la meditaba para atesorarla en su corazón, la guardaba y la cumplía y el Espíritu Santo le iba dando entendimiento.
7. Buenos amigos.
Debemos tener buenos amigos. Caleb era amigo de Josué y los dos se motivaban a seguir adelante, se brindaban apoyo, veían las cosas de una manera similar. Nuestros amigos tienen que ser temerosos de Dios y apartados del mal. En las células lograremos tener buenos amigos.
8. Tener Sueños.
Todo sueño debe cumplir propósitos sanos. El sueño debe ser:
§ Para engrandecer la obra de Dios. Aunque hay sueños de realización personal, no deben ser sueños egoístas, sino para engrandecer la obra de Dios. Para que un sueño se haga realidad, debemos situarnos dentro de la visión y entrar a hacer parte del cuerpo de Cristo, como miembros activos dentro de las células. § La actitud: Debe ser positiva, de fe, de triunfo, de victoria, de confianza. § Buena voluntad para el trabajo: fidelidad y perseverancia § Deseo: Entusiasmo para hacer las cosas. El éxito se logra cuando partimos de la confianza en Dios, en sus promesas, es decir, parte con el hecho de creerle a Dios, guardando su palabra y pensando como él nos ha llamado a hacerlo.

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